Tuesday

Experimento #2: brandada de bacalao sin nata













Aún estoy impresionada de la fiambrera que me he preparado hoy. Claro que mira que horas me estan dando, las tantas y yo todavía dale que te pego.
He empezado haciendo unos pimientos rellenos de brandada de bacalao. La receta: se cuece una patata mientras se desmenuza bacalao desalado (yo lo he comprado ya listo para cocinar). Se unen el bacalo y la patata cocida, se chafa todo junto y se añade leche desnatada. Se deja un rato al fuego hasta que la mezcla se ha reducido a la mitad. Después se pasa por la trituradora mientras se le añade un poco de aceite y sal. Ya tenemos hecha la brandada. Con ella se rellena una lata de pimientos del piquillo enteros. Para la salsa, he cogido un poco de solís, le he añadido leche desnatada y un poco de aceite de la lata de pimientos. La verdad es que han quedado muy buenos. Con esto, eso es verdad, te quedas con hambre. Pero yo hoy he cenado rodaballo al horno, así que he echado unos trozos de más para poder elevar mi fiambrera a categoria extra. El rodaballo no lleva más que una picada de ajo y perejil por encima y unos 10 minutos de horno.
A que viene la impresión? A que me he preparado hasta postre: compota de manzana y pera.
He metido en una olla un par de peras y una manzana a trozos, unas ciruelas secas, una puñado de pasas, una cucharada de azúcar moreno y canela. He puesto un poco de agua en el fondo para que no se pegue y lo he dejado a fuego lento unos 10 minutos con la tapa puesta. Pasado ese tiempo apago el fuego y lo dejo enfriar. No le quito la tapa mientras se enfría porque así se acaba de cocer. Esta compota me la llevo de postre, pero a veces me la como a media mañana, depende del hambre.

Monday

Patatas con sepia

Estas patatas son una buena solución para estos días de frio. Lo que tienen de malo es que no se pueden congelar, así que si es una sepia entera habrá que comer dos días patatas y palante. Pero si la sepia es buena (de esas de playa, que vienen sin limpiar y que son muy tiernas) te comes esos dos platos y más. Para empezar, se fríen unos ajos y una rebanada de pan en aceite caliente, se retiran y se ponen en un mortero. En ese mismo aceite se añade la sepia cortada en dados y se sofríe. Cuando esté un poco tostada se añade una cebolla bien picada y se deja hasta que la cebolla esté transparente. En ese momento se añade un tomate rallado y se sigue con el sofrito. En este punto le metemos mano a la picada. En el mortero teníamos el pan frito y los ajos. Añadimos también unas almendras tostadas* y un poco de perejil. Lo picamos todo. Cuando la salsa ha espesado y se tiene una mermelada, se añaden las patatas a cascos y se les da una vuelta. Se añade la picada y agua para acabar de cubrir. Yo no pongo mucha agua, la justa, porque es un plato de fiambrera. Añado un trozo pequeño de laurel y dejo hervir hasta que las patatas están tiernas.

* Si las almendras son crudas,se frien en la sarten junto con los ajos y el pan.

Lo de la picada es todo un tema. He leído en algunos libros que se debe añadir como mucho 5 minutos antes de servir para que no se pierda el sabor en el hervido. Mi abuela, de la que he heredado este plato, la echa con las patatas. Para mí la iaia María es un pozo de sabiduría, así que no la voy a contradecir.


Arroz con cantharellus lutescens :)

El arroz sigue siendo una de las comidas más socorridas para la fiambrera. Desde luego, aquí lo más importante es que haya un poco de variedad en el acompañamiento para que el arroz no se vuelva en nuestra contra. Una de mis opciones de última hora es mezclarlo con cebolla frita y salchichas salteadas. Pero hoy he tenido la suerte:
  1. De que estamos en otoño (ah, el otoño)
  2. Mis padres han salido a buscar setas :)
Así que en vez de una triste cebolla, he acompañado las salchichas con unos cantharellus lutescens o rebozuelos anaranjados o camagrocs, setas de gran estima en mi familia y de mi estómago. Yo las valoro especialmente cuando las tengo en casa porque sé lo que cuesta encontrarlas (hablo con conocimiento de causa) y porque me da muuuchísima pereza irlas a buscar. De hecho, si no fuera por lo de la pereza hasta haría unos canalones con ellas, que eso si que está de escándalo.

Tuesday

Arroz con almendras

Este arroz lo hace mi madre para acompañar cualquier plato. Yo me lo llevo en la fiambrera como plato único, porque me encanta y puedo comerme una fiambrera entera. Para hacerlo se cuece arroz, en este caso integral, porque aguanta más en fiambrera y porque le va mejor al plato. Por otro lado se frie en una sarten una cebolla muy picada y cuando está transparente se añade almendra picada en trozos gordos y pipas de girasol. Se sofrie un poco y se añaden pasas. La cantidad de los frutos secos va a gustos. Al final se añade el arroz y se le da una vuelta. Con el arroz integral no hace falta padecer porque se pase y eso lo hace ideal para la fiambrera. Este arroz está especial.

Revisión: Además de la cebolla, se añade apio muy, muy picado,que es lo que le da el toque especial. Suerte que mi hermana se mira el blog y me corrige los errores :)


Sunday

Gulaix

Mi intención era hacer un goulash húngaro como el de la receta de mi libro de cocina, así que empecé a leer "se pone una cazuela al fuego con cebolla cortada muy fina,se sofrie y se le añaden unos tomates pelados y cortados finos que se dejan concentrar 10 minutos más". Vamos bien. "Añadir caldo y ternera para estofar cortada en dados regulares. Dejar cocer lentamente....cuando lleve 45 minutos.... añadir los pimientos verdes... dejar 15 minutos más...." La cosa se alarga Ad Infinitum... Pero yo quería hacer un goulash, así que mejor reinventarlo para que en menos tiempo lo pueda tener en mi fiambrera. Se frie la cebolla junto con el tomate cortado a trozos.Una vez sofrito se añade el pimiento verde, rojo y la carne cortada a trozos. Se salpimenta todo y se añade paprika a volonté (yo tengo un paquete llamado preparado para goulash que me estaba esperando hace tiempo) y se le da una vuelta rápida (el paprika si se quema amarga). Se añade agua justo para cubrir y se deja cocer hasta que la carne esté tierna. He mantenido algo de la receta orginal, unos minutos antes de retirarlo del fuego, le añadí ajo picado y comino molido.
El goulash es una sopa, pero para llevarla en fiambrera mejor que sea un estofado. Estaba muy bueno. El goulash original lo está más pero ya nos lo tomaremos en Budapest.